Besos.

Y de pronto, llueve, puedo sentir como las gotas me empapan, pero no siento frio, el tiempo se difumina mientras ella sin haber aparecido esta delante mio. Dicen que los besos empiezan por los ojos, este beso comenzo en la inmensidad, pero ahora nuestros ojos nos han atrapado en una interminable mirada.
Mi mano se acerca a su nuca, acariciando imperceptiblemente el nacimiento de su pelo, el tacto es efimero, su temblor eterno. La vision se empaña por las lagrimas nacientes, haciendo si cabe mas magico el entorno, sigue lloviendo, inexplicablemente un rayo de sol nos cubre.
Inexorablemente, empieza el movimiento, tan lento que antes de darnos cuenta, apenas existen ya milimetros entre nuestros labios, y tan subitamente el conocimiento llega, volvemos a buscarnos con los ojos, aunque esta vez, la mirada acaba con los labios.
Me sacude una oleada de algo que no entiendo, suavemente, nuestros labios siguen acariciandose con ternura, sin que ninguno lo busque, nos detenemos, aguardando un pedacito de eternidad que no termina de llegar, y tan subitamente se detiene, como vuelve a empezar con mas hambre, me acerco un paso mas a ella y la agarro por la cintura, los labios se funden y dos lenguas se acercan con timidez. El tiempo no existe, la realidad se esfuma y mientras ries con una dulzura que estremece todo mi cuerpo, susurras mi nombre... y todo se acaba.
Besos asi... solo pueden surgir de la ficcion.